En el corazón de La Franja de Aragón, donde la historia y la tierra se entrelazan, nace nuestro aceite excepcional de arbequina. 

La finca La Vispesa se alza en Tamarite de Litera, un territorio de contrastes: veranos ardientes y luminosos, inviernos fríos con nieblas sutiles, y una sequedad que acaricia los olivos todo el año.

Aquí, las lluvias son escas pero precisas, como gotas de tiempo que marcan el ritmo de la cosecha. La tierra, árida y sabia, imprime en nuestros frutos un sabor exótico, único, heredero de siglos de tradición.

No es simplemente aceite, sino esencia arraigada, el verdadero lujo no se mide en volúmenes, sino en raíces. Y estas raíces, ancladas en los suelos secos de Tamarite de Litera, saben que el alma de un lugar siempre termina reflejándose en sus frutos. Este es el pacto invisible entre la tierra y quienes la trabajamos: ellos nos dan su fuerza, nosotros les devolvemos nuestra pasión convertida en aceite.